segunda-feira, agosto 03, 2015

La Iglesia tampoco escapa del horror y la violencia en Venezuela

El asesinato del fraile franciscano Alexánder Pinto retrata la acción de las bandas organizadas y del hampa en un país cuya sociedad está cada vez más insensibilizada con la muerte de inocentes. Desapareció un miércoles por la tarde. Nadie más lo vio desde que salió de una heladería después de abandonar la Parroquia San Francisco de Asís en Ciudad Bolívar (Venezuela). El pasado 15 de julio, Fray Alexánder Pinto, de 53 años, fue raptado cuando dejaba atrás la casa parroquial montado en su Chevrolet X1 para volver a su residencia. Dos días más tarde apareció su vehículo, calcinado, en un descampado y la Polícía denunció su desaparición. Sin imaginárselo, sin amenazas anteriores, Alexánder Pinto pasaba a depender del nihilismo violento de unos delincuentes sedientos de dinero; como tantos otros, ni los siervos de Dios iban a librarse de la crisis de violencia que azota Venezuela. Preocupados por Fray Alexánder, sus familiares en Venezuela contactaron con todos, hasta con su hermano pequeño, Rafael Pinto (Ralf), que ejerce de maquillador de famosos en Madrid y que se enteró por un error de su hermana al preguntarle si conocía alguna novedad sobre el suceso. El lunes, cinco días después de la desaparición, Ralf Pinto, desesperado, se puso en contacto con ABC para pedir ayuda en la búsqueda de su hermano. Sin embargo, horas más tarde, el cuerpo sin vida de Fray Alexánder fue hallado en claro estado de descomposición en el kilómetro 19 de la autopista Ciudad Bolívar – Puerto Ordaz, según informan medios locales. Los informes policiales señalan que Pinto pudo haber sido asesinado el mismo miércoles 15 de julio, día en el que desapareció.
«Lo llevaron a un lugar solitario, allí lo dispararon y luego intentaron cometer un delito con la camioneta quemándola más tarde», describe el secretario general de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Víctor Hugo Basabe, lo que pudieron hacer los tres delincuentes detenidos esta semana, menores todos de 30 años y del mismo barrio de Fray Alexánder. Director del colegio San Francisco Solano del 23 de enero, Caracas, la víctima solo llevaba 30 días en Ciudad Bolívar, donde se encontraba para sustituir al sacerdote de la parroquia, de origen español y que ha viajado a España por vacaciones. «El hampa común nos toca a todos los sectores, nos hace daño a todos, y de la Iglesia no fue solo Alexánder, ya que hace unos meses tres sacerdotes también fueron víctimas de la violencia», añade. Denuncia robos de santos y de donativos en asaltos a mano armada. Para el fundador de la radio parroquial, Fandi Naser, nadie se escapa de la violencia, «en este año han matado a 80 oficiales de Policía y hace dos días mataron al guardaespalda del alcalde en Ciudad Bolívar, lo que quiero decir es que aquí no se trata del oficio, de hecho hace no mucho mataron a dos sacerdotes en Caracas».
Venezuela, difícil para un sacerdote
La inseguridad es junto al desabastecimiento la principal preocupación de los venezolanos en un 75%, según el Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD). Además, según la ONG Observatorio de la violencia, el 83% de los ciudadanos teme ser víctima de un incidente violento en el transporte público y siete de cada diez asegura haber cambiado sus hábitos de ocio para evitar la violencia del hampa. Como respuesta a la ola de robos, hurtos y atracos párrocos y feligreses han convocado en las últimas fechas multitud de marchas silenciosas, a lo largo y ancho del país. Según la agencia de noticias del Vaticano, Fides, Venezuela es uno de los países más peligrosos para el clero, debido al incremento de los ataques a los agentes pastorales en el país desde 2006, hasta tres el año pasado. A los crímenes se suman los robos a las iglesias, en aumento desde 2013.
«Nos pedían que los crímenes no se utilizaran para criticar al Gobierno»
El Padre Basabe denuncia igualmente la inacción de Nicolás Maduro y los suyos. «Nuestra relación ha variado por momentos, primero nos pedían que los crímenes no se utilizaran para criticar al Gobierno, llegando a sugerir en el asesinato de un salesiano hace un año que había cosas turbias detrás, ahora sí vemos un mayor interés pero los agentes no tienen capacidad para combatirles», asegura. El secretario general de la CEV ha perdido toda confianza en las instituciones por la impunidad reinante. «Nunca hemos sabido de la detención de algunas personas o de la recuperación de objetos robados. Y ante los asaltos armados a obispos, el Gobierno responde "¡protéjanse!". Se lavan las manos». La ultraviolencia viene alimentada por la crisis de escasez que vive Venezuela. Este fin de semana ha tenido lugar un asalto a un supermercado en San Félix, en el estado de Bolívar, el mismo donde ha muerto Fray Alexánder Pinto, cobrándose la vida de una persona, después de que un grupo que hacía cola en un supermercado de la localidad venezolana exigiese tener acceso a estos productos básicos. Se produjo un asalto en el que un hombre recibió un disparo en el pecho. «El problema de la violencia tiene que ver con la situación del país, desde la Iglesia pedimos al Gobierno que se tomen las decisiones necesarias para mejorar la economía, no podemos seguir así», apunta el padre Basabe, que insiste en que hay que luchar por inculcar valores a una juventud perdida. «No somos un país en guerra, pero aquí sufrimos más asesinatos», concluye (ABC)

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