quinta-feira, maio 29, 2014

De picnic en el Tokio más verde



Pocas culturas miman más la naturaleza que la japonesa. Prueba de ello es el preciosismo con el que cuidan de los bonsáis, auténticas obras de arte, pero también los jardines, el paisajismo milenario con el que han creado escuela y que hacen del minimalismo un estilo de vida. La capital está llena de lugares en los que poder respirar aire puro y olvidarse durante unos minutos de que nos encontramos en una megalópolis de millones de personas. Son santuarios de paz y serenidad en los que encontrar ejemplos de la flora más diversa, así como la posibilidad de llevar a cabo todo tipo de actividades. De norte a sur, en las islas adyacentes y en pleno centro de los distritos principales, no faltan buenos ejemplos (ABC)