segunda-feira, maio 28, 2007

LA PULSIÓN DEL CAMBIO ERA REAL

El Partido Socialista Canario-PSOE ha ganado las elecciones autonómicas y locales en Canarias. La pulsión del cambio se hizo sentir con fuerza en algunas de las instituciones fundamentales, aunque en medida insuficiente para despejar la incógnita del próximo gobierno autonómico. Salvo sorpresas espectaculares, la mayoría parlamentaria surgirá una vez más del pacto entre dos fuerzas, tal vez las mismas que comenzaron juntas la pasada legislatura. Pero en esta ocasión los resultados de Gran Canaria pueden determinar una vía distinta si el Partido Popular quiere recuperar en el ejecutivo regional las posiciones de poder perdidas en la isla que ha sido su feudo durante las tres ultimas legislaturas, tras desaparecer su mayoría absoluta en las dos corporaciones básicas. Ésa es, en efecto, una de las novedades que mejor visualizan el cambio. Desmontado de la mayoría absoluta del Cabildo de Gran Canaria y del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el PP quizás no pueda facilitar el gobierno monocolor en minoría que espera Coalición Canaria, sin grave riesgo de diluirse alejado de las decisiones importantes. En consecuencia, los acuerdos interpartidarios contemplarán lo que cada cual aporte, exija, o esté dispuesto a ceder.Otra novedad es la virtual desaparición de Coalición Canaria de la isla de Gran Canaria, algunas de cuyas candidaturas principales no han conseguido representación. Es un paso más en el ajuste a la realidad insular de ese partido, frente a la ficción regional sostenida a despecho del sentir social. CC es simplemente ATI, con agregados no menos insulares que conservan sus propias siglas e incluso juegan electoralmente por separado, como hace la Agrupación Herreña Independiente. Es significativo que el partido nacionalista desaparezca prácticamente en Gran Canaria, donde ni siquiera ha conservado denominación específica. Esta isla queda, por tanto, más ajena y desgajada que nunca de un hipotético gobierno monocolor ATI-CC, circunstancia que favorece teóricamente la titularización de cargos autonómicos por parte del PP si fuera éste el partido llamado a formar mayoría parlamentaria. En el pacto de gobierno, la única opción de equilibrio será la participación de representantes grancanarios, socialistas o populares. Por encima de todo, el cambio de Canarias queda descrito por el extraordinario salto del PSOE, erigido en primera fuerza regional con veintiséis diputados (nueve más que en 2003), mientras que la pérdida de escaños nacionalistas y populares es mucho más que un síntoma tendencial. Lo ocurrido en Gran Canaria, que pone holgadamente a los socialistas en cabeza insular (superando la anterior distancia negativa de casi 30 puntos respecto al PP), carece de precedentes. El sistema español hace posible que el partido más votado no llegue a gobernar, desplazado por la agrupación de los que le siguen. Pero la acusada diferencia de este caso provocaría graves dudas sobre el propio sistema si tuviese lugar un desplazamiento a espaldas de la voluntad mayoritaria del electorado. Es preciso que los partidos y los dirigentes mediten muy a fondo sus decisiones, sopesando objetivamente las posibles variantes de la cadena de pactos en las siete islas, de tal manera que lo políticamente lícito no se convierta en un ilícito moral a pagar en pocos meses. Porque está bastante claro, a la luz de los resultados de ayer, que los errores pasan factura. Mayorías que se creyeron garantizadas en las dos provincias y las dos capitales, han desaparecido o tendrán que rehacerse con pactos y cesiones. El brillante resultado parlamentario completa su significación con una alcaldía de mayoría absoluta socialista en Las Palmas de Gran Canaria y una presidencia del Cabildo de Gran Canaria que la simple aritmética pone también al alcance del PSOE. En los niveles de gestión pública más próximos al ciudadano de esta Isla, el vuelco es total.En definitiva, la pulsión del cambio era real, como también la intensidad del impulso socialista pese a que la abstención (superior a la de 2003 en casi tres puntos) no jugara a su favor. El mapa político del Archipiélago queda sustancialmente modificado, sea cual sea la composición final del gobierno autonómico, y esto se hará notar en las elecciones generales del próximo año. Si las de ayer tenían carácter de primarias, el empate técnico en votos y porcentajes de los dos grandes partidos estatales otorga al momento ascendente del PSOE de Canarias un protagonismo especial para lograr la supremacía en el marco del Estado.Por desgracia, las opciones minoritarias no han alcanzado, salvo muy excepcionalmente, sus legítimas expectativas. La campaña electoral, sin embargo, mostró ideas, programas y perfiles personales de positivo interés para el presente y el futuro de las Islas. Después de una jornada como la de ayer, y en espera de consolidar los análisis con los últimos datos y los movimientos que activen, es tan satisfactorio felicitar a los ganadores como estimular a la totalidad de los candidatos a que preserven íntegra su vocación de entrega y servicio al desarrollo y el bienestar de todos los canarios (Editorial do La Provincia", Tenerife)

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